Hannover, tal su nombre en alemán, no sólo es la capital de Baja Sajonia, también lo es de la región del mismo nombre que reúne a 21 comunas. En español se escribe Hanóver para referirnos a la ciudad y Hannover para referirnos a la región.
Situada en el norte de Alemania, Hanóver se sitúa a 200 Km. de la costa y sus casi 200 Km2 de superficie están atravesados por el río Laine, posee un lago artificial en el centro de la ciudad y numerosos lagos y bosques en las cercanías. Los bosques de la región llegan hasta la ciudad integrándose con el paisaje urbano.
El Hanóver histórico: nació como un pueblo de pescadores y así se mantuvo hasta la Edad Media en que ingresó a la Liga Hanseática. A principios del siglo XIX fue ocupada por el ejército francés, en 1866 fue anexada a Prusia y comenzó un rápido desarrollo industrial. Sufrió gravísimos daños durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, la reconstrucción la llevó también a modificar su urbanización creando numerosas y amplias calles peatonales -que son el paraíso de los que gustan de hacer compras- y a conservar y realzar los espacios naturales convirtiendo a Hanóver en la ciudad más verde de Alemania.
Con lo referente a la gastronomía, la mayor concienciación hacia los productos regionales se pone claramente de manifiesto en muchos restaurantes. La cocina tradicional de Baja Sajonia atrae al mantel sobre todo a los amantes de manjares contundentes como Grünkohl (col verde) con salchicha tipo Bregenwurst, Calenberger Pfannenschlag o anguila del lago Steinhuder Meer.
Pero también los paladares delicados pueden deleitarse, por ejemplo, con los espárragos de la afamada huerta de Burgdorf y Nienburg. Dulce reminiscencia de la monarquía de Hannover es el famoso Welfenspeise (crema de almendra con sabayón).
La provisión de productos frescos para los fogones está garantizada por una amplia selección de más de 60 mercados semanales y agrícolas, así como numerosas tiendas en las propias granjas de la Región. Aquí cada vez es más frecuente encontrar también productos biológicos. En el mercado cubierto de Hannover (“Markthalle”) existe la mayor diversidad bajo un mismo techo. Este punto de encuentro también es propicio para un cappuccino, la pausa del almuerzo o para reunirse con amigos después del trabajo.
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